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METABOLISMO MUSCULAR DURANTE EL EJERCICIO
El organismo contiene en condiciones normales alrededor de 200 gramos
de glucógeno que se distribuyen, casi en su totalidad, entre
el hígado y el musculo esquelético. Sin embargo, existen
grasas de depósito que también pueden ser utilizadas para el metabolismo muscular
en un varón de aproximadamente setenta kilogramos, este contenido
asciende a un 20 % del peso corporal.
Los atletas que tienen una preparación adecuada para la
competencia y los entrenamientos prolongados cuentan con músculos que
modifican su comportamiento metabólico y están preparados
para utilizar las grasas como sustrato energético en forma mas
eficiente que aquellas personas que no poseen entrenamiento. Esto les permite
ahorrar las reservas de glucógeno para utilizarlas en los momentos finales
de la competencia, donde el esfuerzo requerido es máximo.
Cuando se realiza un ejercicio moderado -aerobiosis-, las grasas y los
hidratos de carbono son oxidados por los músculos en proporciones
similares. Durante la primera hora de ejercicio, la glucosa
necesaria provendrá sobre todo de los depósitos musculares
de glucógeno. A medida que la actividad física se prolonga,
los músculos comienzan a demandar glucosa proveniente del
plasma sanguíneo el órgano que regula este suministro es
el hígado y las dos vías de liberación de glucosa
en la sangre son la glucogenólisis -el catabolismo
del glucógeno hepático- y la gluconeogenesis-
la síntesis de la glucosa a partir de grasas y proteínas-. Como
los depósitos de glucógeno hepático también se
agotan con rapidez, la buena disponibilidad de este sustrato va a permitir el
retraso en la aparición de la fatiga muscular. Este
ultimo fenómeno se debe a la producción celular
de ácido láctico, en condiciones anaerobias. A partir de esto se
puede deducir que el agotamiento en las reservas
de glucógeno hepático es el factor limitante para
la duración de un ejercicio de resistencia.
Una nutrición adecuada antes de una
competencia, así como el suministro de soluciones con hidratos de
carbono fácilmente absorbibles durante la competencia, hará que
los depósitos -tanto musculares como hepáticos
estén repletos. Los niveles de glucógeno muscular en los
deportistas profesionales oscilan entre 180 y 200 mmol/kg de tejido mientras
que en los aficionados es de 130 a 150 mmol/kg y en aquellos que practican un
deporte ocasionalmente la cifra es menor que 100 mmol/kg. De esta manera,
se puede esperar que la fatiga muscular en los atletas ocurra luego de tres
horas de iniciada la competencia, mientras que en los otros dos grupos la
resistencia dura entre ciento veinte y noventa minutos, respectivamente. La
tasa de oxidación de la glucosa proveniente de la glucogenolisis es
mucho mayor que la tasa de oxidación de glucosa de cualquier otro
origen. Esto se debe a que la glucosa proveniente del glucógeno ya
esta fosforilada y puede entrar directamente en la glucólisis, mientras que la
glucosa de otro origen tiene que ser fosforilada por una hexoquinasa, enzima
que tiene baja actividad.
La alimentación del deportista es la clave para mantener la
disponibilidad de glucosa oxidable durante la competencia o el entrenamiento. Se recomienda cuando ingieren una comida rica en hidratos de carbono
de fácil digestión entre tres y cuatro horas antes de la
actividad física y soluciones que contengan 10 % de hidratos de
carbono, lo que mantiene la hidratación del atleta y brinda suficiente cantidad
de glúcidos como para mantener los niveles de oxidación y la
glucemia.
ACTIVIDAD
1- ¿Como esta formado el glucógeno desde el punto de
vista químico?
2 ¿Cuales son las dos vías metabólicas que liberan
glucosa a la sangre? ¿Que órgano regula estos procesos?
3- ¿Por que razón la glucosa proveniente
del glucógeno entra mas rápido en la glucólisis que la
glucosa de otro origen? ¿Qué es la glucólisis?
4- ¿Por que se produce la fatiga muscular?
5- Investigar que ocurre con el metabolismo de la glucosa en los
diabéticos.