martes, 14 de mayo de 2013


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METABOLISMO MUSCULAR DURANTE EL EJERCICIO
El organismo contiene en condiciones normales alrededor de 200 gramos de glucógeno  que se distribuyen, casi en su totalidad, entre el hígado y el musculo esquelético. Sin embargo, existen grasas de depósito que también pueden ser utilizadas para el metabolismo muscular  en un varón de aproximadamente setenta kilogramos, este contenido asciende a un 20 % del peso corporal.
Los atletas que tienen una preparación adecuada para la competencia y los entrenamientos prolongados cuentan con músculos que modifican su comportamiento metabólico y están preparados para utilizar las grasas como sustrato energético en forma mas eficiente que aquellas personas que no poseen entrenamiento. Esto les permite ahorrar las reservas de glucógeno para utilizarlas en los momentos finales de la competencia, donde el esfuerzo requerido es máximo.
Cuando se realiza un ejercicio moderado -aerobiosis-, las grasas y los hidratos de carbono son oxidados por los músculos en proporciones similares. Durante la primera hora de ejercicio, la glucosa necesaria provendrá sobre todo de los depósitos musculares de glucógeno. A medida que la actividad física se prolonga, los músculos comienzan a demandar glucosa proveniente del plasma sanguíneo  el órgano que regula este suministro es el hígado y las dos vías de liberación de glucosa en la sangre son la glucogenólisis -el catabolismo del glucógeno hepático- y la gluconeogenesis- la síntesis de la glucosa a partir de grasas y proteínas-. Como los depósitos de glucógeno hepático también se agotan con rapidez, la buena disponibilidad de este sustrato va a permitir el retraso en la aparición de la fatiga muscular. Este ultimo fenómeno se debe a la producción celular de ácido láctico, en condiciones anaerobias. A partir de esto se puede deducir que el agotamiento en las reservas de glucógeno hepático es el factor limitante para la duración de un ejercicio de resistencia.
Una nutrición adecuada antes de una competencia, así como el suministro de soluciones con hidratos de carbono fácilmente absorbibles durante la competencia, hará que los depósitos -tanto musculares como hepáticos  estén repletos. Los niveles de glucógeno muscular en los deportistas profesionales oscilan entre 180 y 200 mmol/kg de tejido mientras que en los aficionados es de 130 a 150 mmol/kg y en aquellos que practican un  deporte ocasionalmente la cifra es menor que 100 mmol/kg. De esta manera, se puede esperar que la fatiga muscular en los atletas ocurra luego de tres horas de iniciada la competencia, mientras que en los otros dos grupos la resistencia dura entre ciento veinte y noventa minutos, respectivamente. La tasa de oxidación de la glucosa proveniente de la glucogenolisis es mucho mayor que la tasa de oxidación de glucosa de cualquier otro origen. Esto se debe a que la glucosa proveniente del glucógeno ya esta fosforilada y puede entrar directamente en la glucólisis, mientras que la glucosa de otro origen tiene que ser fosforilada por una hexoquinasa, enzima que tiene baja actividad.
La alimentación del deportista es la clave para mantener la disponibilidad de glucosa oxidable durante la competencia o el entrenamiento. Se recomienda cuando ingieren una comida rica en hidratos de carbono de fácil digestión entre tres y cuatro horas antes de la actividad física y soluciones que contengan 10 % de hidratos de carbono, lo que mantiene la hidratación del atleta y brinda suficiente cantidad de glúcidos como para mantener  los niveles de oxidación y la glucemia.
ACTIVIDAD
1- ¿Como esta formado el glucógeno desde el punto de vista químico?
2 ¿Cuales son las dos vías metabólicas que liberan glucosa a la sangre? ¿Que órgano regula estos procesos?
3- ¿Por que razón la glucosa proveniente del glucógeno entra mas rápido en la glucólisis que la glucosa de otro origen? ¿Qué es la glucólisis?
4- ¿Por que se produce la fatiga muscular?
5- Investigar que ocurre con el metabolismo de la glucosa en los diabéticos.

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